sábado, 23 de febrero de 2008

CONTROL DE ESFÍNTERES A PARTIR DE LOS 4 AÑOS

Si su hijo se sigue haciendo caca o pipí encima después de los cuatro años (salvo algún accidente muy de tarde en tarde con el pipí), consulte al pediatra. Cuando hay problemas, con frecuencia son de origen psicológico (a veces debido precisamente a intentos de «enseñarles» a usar el orinal por las malas y otras veces, manifestación de otros conflictos o de celos). En algunos casos, la defecación involuntaria (encopresis) es consecuencia del estreñimiento: se forma una bola que irrita la mucosa rectal y produce una falsa diarrea. El niño no lo hace a propósito, y las burlas y castigos no harán más que empeorar el problema. Pero las noches son muy distintas.Aunque muchos niños pueden dormir secos a los tres años, otros muchos se hacen pipí en la cama (enuresis nocturna) hasta la adolescencia o incluso toda la vida. Durante la Primera Guerra Mundial, el 1 por ciento de los reclutas norteamericanos fue declarado no apto para el servicio por enuresis. La enuresis nocturna casi nunca tiene causa orgánica o psicológica, sino que depende de la maduración neurológica y de las características genéticas (va por familias). Algunos niños consiguen no hacerse pipí en un día especial (por ejemplo, en casa de un amigo), a costa de pasar la noche prácticamente en vela. Por supuesto, no pueden hacerlo muchos días seguidos. Por desgracia, algunos padres no comprenden el enorme esfuerzo que han hecho y se lo echan en cara («en casa de Pablo bien que espabilaste, pero aquí no te preocupas, claro, como estoy yo para lavar sábanas»). Este tipo de comentarios, además de cruel, es falso.

CUANDO QUITAR EL PAÑAL (CONTROL DE ESFÍNTERES)

Los profesionales estiman que el periodo perfecto para enseñar a un niño a dejar de utilizar el pañal es entre los 18 y los 36 meses.
El llevar acabo esta tarea antes de este tiempo aparte de ser un fracaso puede ser hasta perjudicial para el niño, ya que el niño no está maduro para controlar y entender su cuerpo.
Si se retrasa la retirada el paña despues de los tres años el niño se habrá echo comodón, y te constará mucho hacerle entender que lo que antes estaba permitido ahora ya no lo está.
PAUTAS QUE INDICAN SI EL NIÑO LLEGÓ A UN NIVEL DE MADUREZ PARA QUITARLE EL PAÑAL:
1. Le quitas el pañal y está seco tras tres horas de llevarlo puesto.
2. Le desagrada y molesta llevar el pañal mojado e incluso te pide que se lo cambies.
3. Se toca o se aparta a un lugar solitario cuando se nota que se esta haciendo pipi o caca, ( es consciente del acto)
4. Te pide que le cambies el pañal y te muestra sus molestias de llevarlo puesto.
5. Te informa que ha echo pipi o caca antes o después de hacerselo.
En ese instante tu hijo ya está preparado para dejar el pañal.
Si te dedides quitale el pañal debe ser de una para siempre," NO VALE "hoy se lo quito y mañana tengo un compromiso o tengo que ir a comprar y se lo pongo para que no haya incidencias.
Cuando a un niño se le quita el pañal hay que hacerle consciente de que no lo lleva, si tu se lo pones para un rato y luego se lo quites, el niño no capta bién el mensaje que le estas dando, lo confundirás y el niño no sabra cuando puede y no hacerse pipi encima.
Cuando el niño se hace pipi encima no hay que regañarle, si utilizas las reprimendas sobre él no solo no conseguirás tus objetivos sino que el niño retrasaria su aprendizaje.
Se recomienda que primero se le quite el pañal al niño por el dia y cuando lo haya superado se le retire también por la noche, no podemos pedirle tantas cosas al niño de golpe, vallamos paso a paso, sin prisas.
Cuando a un niño se le está educado a ser conscientes de como retener el pipi durante el dia, por la noche él mismo se irá aguantando y se irá levantanado cada dia con el pañal mas seco.
Hay niños que les da miedo el inodoro , se recomienda comprarles un orinal divertido y que él lo eliga, y hablar con él y explicarle para que se utiliza.
Animarle a sentarse y que haga pipi, si lo hace "felicitarle "y ponerle muy contento, de esta manera lo motivarás y querra volver a hacer pipi o caca para que le premies con esa felicitación, si no hiciera no pasa nada, volveremos a probar mas tarde, tarde o temprano lo conseguirá.
Recomiendo que se les ponga en el wc u orinal antes de las comidas, antes de las salidas y antes de dormir.
Haz este proceso cada media o una hora depende cada niño, es mejor educar a tu hijo a controlar durante el dia y esperar algún tiempo a que lo haga por la noche.
Cuando veas que tu hijo lleva unos 15 dias sin hacerse pipi encima por el día puedes plantearte el quitarle el pañal por la noche. Para empezar, quítaselo sólo en las siestas. Si el niño lleva unos dias levantádose seco, prueba a quitárslo ya toda la noche.
Ponle a hacer pipi justo antes de irte tu a dormir.
Venden " protectores de colchón" o bien "salva -camas" en las farmácias, que los utilizan en los hospitales. Te ahorraras mucho trabajo, le colocas uno entre el colchón y la sábana bajera.
Si tu hijo se hace pipi por la noche, sólo tendrás que cambiarle el pijama y la sabana, o bien si lo pones encima de la sabana y debajo del niño, ni las sabanas tendrás que cambiar.
En el tema de la noche, no hace falta ser tan estricto como por el día. Si ves que a tu hijo le resulta imposible no hacerse pipi en la cama, no dudes en volver a ponerle el pañal por la noche sin recriminarle y enténtarlo otra vez pasados unos días.
Dos consejos: si puedes, es mejor esperar a que haga buen tiempo, ten claro que tu hijo alguna vez se hará pis o caca en la calle y se hace frío lo pasará mal. y también dure el proceso ( incluso bastante tiempo después).
Lleva siempre muda de recambio contigo.

COMO ESTIMULAR AL NIÑO A DIBUJAR

Debe ser expresado con libertad y no como una obligación: Es importante respetar la espontaneidad y la naturalidad de los niños. En estas primeras etapas de los dibujos es aconsejable que no les corrija ni les imponga reglas ni técnicas de dibujo. Puede haber oferta variada de material. Además del lápiz, el niño puede dibujar y pintar con lápiz de cera, con rotuladores, e incluso con pintura de dedo. El dibujo infantil debe ser expresado con libertad y no como obligación. No frenes la creatividad de tu hijo. La censura solo limitará su creatividad en esta etapa.Casi todas las ideas de los niños pueden expresarse en sus dibujos. Las actividades gráficas y plásticas representan un auténtico lenguaje para los niños. Les enseñarán a desarrollar sus habilidades motrices, les darán más libertad de expresión, y enriquecerán su mundo. El contacto con distintos materiales estimulará sus ideas y su expresividad.
El material y la técnica:Cuando existe un interés especial del niño por el dibujo se puede orientarle acerca de algunas técnicas, ofreciéndole diferentes materiales para que los pruebe. La técnica, en lo que se refiere al dominio instrumental, no necesita ser enseñada. Se adquiere con la práctica y experiencia. Al niño que le gusta mucho dibujar, cada vez se sentirá atraído por otros materiales, y así se irá creciendo en este mundo tan mágico que es el dibujo. Conozca algunos materiales:
Lápiz de cera por su cómodo manejo, es el lápiz ideal para los primeros garabatos de los niños. Se puede encontrar lápiz de cera de distintas formas. Con puntas finas o redondeadas, y de todos los colores.
Tizas es un material suave, ligero y se rompe con facilidad. Por lo tanto, exige algo de habilidad en los niños para su utilización. Normalmente a partir de los dos años es interesante que ofrezcas algunas tizas y una pizarra al niño. Le ayudará a controlar la intensidad de su trazo.
Rotuladores son distintos colores y grosores. Son ideales para los trazos y contornos, y se los puede utilizar en todo tipo de papel. Permite controlar la presión muscular, desarrollar la coordinación y ejercitar el sentido de responsabilidad. Es difícil de borrar y por eso, exige más responsabilidad.
Témpera. Con pincel o a dedo, resulta ser muy divertida su utilización por los niños. Les permiten crear nuevos efectos, descubrir las mezclas de colores, adquirir nuevos movimientos de coordinación, ejercer distintas presiones del trazo, etc. Al pintar con la mano, el niño estará creando una interacción física y directa con el material. Disfrutará de sentidos como el tacto y el olor. Y favorecerá a su sentido de exploración.
El papel es tan importante como los lápices. Su formato, tamaño, bien como su color, irán a determinar los límites de los niños cuanto al dibujo. La textura determinará el tipo de lápiz que el niño va a utilizar. En todo caso, los niños siempre reaccionarán de distintas maneras dependiendo del tipo de material que utilicen.
Cómo estimular al niño a dibujar:
Cuando se estimula el niño a que dibuje le estará ayudando a que desarrolle su percepción, su emoción, e inteligencia. El niño contará con más medios para expresarse y adquirirá más práctica y experiencias. La potencialidad creativa que tiene un niño es enorme pero no siempre se reconoce eso ni se le ofrece la oportunidad de ponerlas en práctica.Una buena forma para estimular a tu hijo a que dibuje es creando un espacio, un rincón para colgar sus dibujos. Invítale a crear un espacio para una exposición de sus preferidos dibujos. Así que cuando vengan los amigos y familiares, podrán "visitar" a la exposición. El rincón puede ser en un cuadro de corcho, en la puerta del armario de la habitación, en el marco de atrás de la puerta de entrada de la casa, o en cualquier otro sitio.

COMO INTERPRETAR LOS DIBUJOS DEL LOS NIÑOS

El dibujo puede ser, en la infancia, un canal de comunicación entre el niño y su mundo exterior. Según los psicólogos de la Unidad de Desarrollo psicológico y Educativo de San Salvador, por ética, solo una persona especializada, como algunos psicólogos, puede interpretar los dibujos, siguiendo protocolos establecidos para ese fin. El especialista debe tener en cuenta la condición biográfica y familiar de la persona que dibujó, bien como su historia personal, que servirá de marco de referencia desde el cual está haciendo el dibujo. Aparte de eso es necesario tener en cuenta que un dibujo es importante pero no define todo. Es una expresión de sentimientos y de deseos que pueden ayudar a saber, por ejemplo, como se siente el niño respecto a su familia, a su escuela, etc. A través de los dibujos de los niños se puede observar detalles que a una persona mayor le puede pasar inadvertidos. El dibujo puede ser, en la infancia, un canal de comunicación entre el niño y su mundo exterior. La primera puerta que el niño abre a su interior.
PAUTA DE INTERPRETACION DEL DIBUJO DEL NIÑO:
Existen algunas pistas que pueden orientar a los padres acerca de lo que dice el dibujo de su hijo. Sin embargo, son pautas puramente orientativas. Según la especialista canadiense Nicole Bédard, el dibujo dice muchas cosas. Ejemplo:
POSICION DEL DIBUJO:Todo lo que dibuja el niño en la parte superior del papel está relacionado con la cabeza, el intelecto, la imaginación, la curiosidad y el deseo de descubrir cosas nuevas. La parte inferior del papel nos informa sobre las necesidades físicas y materiales que pueda tener el niño. El lado izquierdo indica pensamientos que giran en torno al pasado, mientras el lado derecho al futuro. Si el dibujo se sitúa en el centro del papel representa el momento actual.
Dimensiones del dibujo: Los dibujos con formas grandes muestran cierta seguridad, mientras los de formas pequeñas suelen estar hechos por niños que normalmente necesitan de poco espacio para expresarse. Pueden también mostrar a un niño reflexivo, o con falta de confianza.
Trazos del dibujo: Los continuos, sin interrupciones, suelen denotar un espíritu dócil, mientras el borrado o cortado puede revelar a un niño algo inseguro e impulsivo.
La presión del manejo: Una buena presión indica entusiasmo y voluntad. Cuanto más fuerte sea, más agresividad existirá, mientras cuanto más superficiales demuestra falta de voluntad o fatiga física.
Los colores del dibujo: El rojo representa la vida, el ardor, el activo; el amarillo, curiosidad y alegría de vivir; el naranja, necesidad de contacto social y público e impaciencia; el azul, la paz y la tranquilidad; el verde, cierta madurez, sensibilidad e intuición; el negro representa el inconsciente; el marrón, la seguridad y planificación. Es necesario añadir que el dibujo de un solo color puede denotar pereza o falta de motivación. Esas pautas son apenas una pincelada dentro del gran mundo que es el dibujo infantil. No debemos generalizarlas. Cada niño es un mundo, así como las reglas de interpretación del dibujo infantil. Si algo te preocupa en tu hijo, coméntalo al pediatra y, si es necesario, busca a un especialista

viernes, 22 de febrero de 2008

¿PARA QUÉ JUGAR?

El juego es una necesidad.
Jugar es necesario, tanto para el niño como para el adulto, aunque para cada uno tiene un significado diferente.
En el adulto el juego implica distracción, entretenimiento, descanso, alivio y distensión; un tomar distancia de sus preocupaciones y ocupaciones; un "perder el tiempo" de sus obligaciones de adulto para "ganarlo" en placer en tanto que es persona.
Para el niño, en cambio, el juego es una función básica, un comportamiento totalizador que compromete sus percepciones, su sensitividad, su motricidad, su inteligencia, su afectividad y su comunicación; no es un simple pasatiempo ni una distracción pasajera; mucho menos aún, una "pérdida de tiempo porque sí"...como muchas veces creen y manifiestan los padres.
Al niño le hace falta jugar, solo o con otros, con o sin juguetes... pero JUGAR.
Para él, el juego tiene una doble función: por un lado de aprendizaje y, por otro, terapéutica. Mediante el juego el niño aprende a conocer el mundo de los objetos, a sí mismo y a los demás.
Al principio es individualista y, más tarde, se transforma en aprendizaje de la convivencia y la sociabilidad, preparándolo para la vida en comunidad.
A través del juego el niño se pone a prueba a sí mismo, a sus facultades y capacidades en desarrollo, ejercitándose permanentemente en el riesgo implícito de nuevas experiencias. Es en el juego donde el niño se siente omnipotente, ya que por medio de él puede conquistar su autonomía, construyendo un mundo del que es el soberano.
Por medio del juego el niño expresa sus necesidades y deseos; revela quejas, temores y estados de ánimo que no puede comunicar a los demás directamente; descarga ansiedades y tensiones que no le resultan posibles de exteriorizar de otro modo; maneja y controla situaciones negativas y dolorosas que ha sufrido en silencio y sin poder defenderse, transformándose en sujeto activo de hechos que ha vivido pasivamente; metaboliza acontecimientos cotidianos difíciles de aceptar y asimilar; y elabora situaciones y experiencias traumáticas.
El niño necesita jugar para aprender. Pero así como aprende jugando, también tiene que aprender a jugar... Y es el adulto quien debe hacérselo posible. Si bien existen juguetes específicos para las distintas edades, el niño puede jugar con cualquiera de ellos o con cualquier objeto que tenga a su alcance, claro está, siempre que no signifiquen un peligro para él. Lo que importa aquí es que el adulto no "dirija" su juego, "obligándolo" a jugar de tal o cual modo, según "corresponda" por lo que tenga en las manos.
Si el adulto a cargo va a condicionar el juego del niño, por ejemplo, al cuidado del juguete que le entrega para usar (por ser delicado, rompible, valioso, costoso, etc.), es preferible que le dé otra cosa para jugar. El niño (sobre todo el pequeño) necesita tocar y manipular los objetos para descubrir por sí mismo cómo son, qué puede hacer con ellos y para qué pueden servirle.
Si el adulto que está con él, por ejemplo, le muestra y mueve graciosamente algo ante sus ojos, lo primero que el niño va a hacer es estirar su mano y pretender tomarlo.
Suele suceder que ese objeto mostrado era sólo "para ser mirado" y el adulto se lo niega con un "no" rotundo pero, al mismo tiempo, sonríe ampliamente y le dice -"mirá...mirá"- , "enseñándole" de este modo un comportamiento contradictorio mientras le impide su propia experiencia de aprendizaje.
Entregar el juguete adecuado para que el niño lo utilice de acuerdo a sus necesidades y sin exigirle limitaciones erróneas es responsabilidad exclusiva del adulto.
No es lo mismo reprender a un niño de 2 años porque rompió una pista de autos a control remoto, que a uno de 12 porque destrozó un autito de colección. No tiene igual significado el hecho de que a los 2 años un niño demuela de un manotazo la torre de cubos que acaba de construir, que que a los 12 destruya a patadas lo que termina de armar.
Es importante considerar el error que muchas veces cometen los padres cuando "fuerzan" al hijo a compartir juegos y juguetes en un tiempo en el que aún no está preparado para el juego solo.
Antes de los 3 años el niño disfruta jugando solo, o en compañía de alguien, pero sin compartir, y es preciso que no se lo "obligue" a hacerlo. Imprescindible resulta también el hecho de que el niño, desde muy pequeño, aprenda tanto a ganar como a perder en el juego, preparándose para trasladar y aplicar este aprendizaje a la vida cotidiana. Es muy común que el adulto, amparado en expresiones tales como -"pobrecito, es tan chiquito...¿cómo lo voy a hacer perder?..."- engañe al niño haciéndole creer que es capaz y puede ganar siempre, alimentándole de ese modo una falsa omnipotencia que finalmente le traerá incalculables trastornos en su vida individual y social cada vez que le toque perder, realmente.
No caben dudas de que el juego es una actividad básica y primordial para el desarrollo del niño; por tanto, las actitudes y comportamientos de los padres y demás familiares ante el juego, los juguetes y el jugar del niño imprimirán huellas imborrables en su personalidad en formación. Por esto, en todo momento y ante cualquier circunstancia, es NECESARIO recordar y tener presente que la salud física, mental y emocional de todo niño depende del marco dentro del cual los padres le permitan crecer. Ma. Alejandra Canavesio.Psicopedagoga

Quiéreme así por favor:

No me des todo lo que pido. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo. No me des siempre órdenes. Si a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto. Cumple siempre las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo. No me compares con nadie, especialmente de la familia. Si tú me presentas mejor que a los demás, alguien va a sufrir; y si me presentas peor que los demás, seré yo quien sufra. No cambies de opinión tan a menudo, sobre lo que debo hacer, decide y mantén esa decisión. Déjame valerme por mi mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que dices. No me exijas que te diga el porqué cuando hago algo mal. A veces ni yo mismo lo sé. Admite tus equivocaciones: Crecerá la buena opinión que yo tengo de ti y me ensañarás a admitir las mías. Trátame con la misma amabilidad que a tus amigos: ¿ Es que por que seamos familia no podemos tratarnos con la misma cordialidad que si fuéramos amigos? No me digas que haga una cosa si tu no la haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas aunque no lo digas; pero nunca haré lo que tu digas y no lo hagas. No me digas no tengo tiempo, cuando te cuente un problema mío. Trata de comprenderme y ayudarme. Y quiéreme y dímelo:( el subrayado y la negrilla son míos). A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo... Con cariño de vuestro hijo...

¿PORQUÉ SON NECESARIOS LOS LÍMITES?

· Porque el niño se siente seguro y protegido · Porque las normas les ofrecen una estructura sólida a la que aferrarse y son una referencia. · El niño ve que los padres son fuertes y consistentes y se sentirá mucho más inclinado a identificarse con ellos. · Ayudan al niño a tener claros, determinados criterios sobre las cosas y son referencias constantes. · Enseñan al niño que debe renunciar a veces, que debe aceptar el no y es una forma de enseñarle a enfrentarse luego a las frustraciones de la vida. · El niño aprende valores : (orden, respeto, tolerancia) ¿ Se deben poner límetes? Los niños necesitan que tu les pongas límites para que ellos puedan reconocer y respetar los límites. El no poner ningún tipo de límites al comportamiento del niño trae indeseadas consecuencias, y este podría ser el perfil de un niño al que no se le han puesto los límites adecuados. ¿Cuales son las cosecuencia de no poner limites a los hijos? El no poner ningún tipo de límites al comportamiento del niño trae indeseadas consecuencias, y este podría ser el perfil de un niño al que no se le han puesto los límites adecuados. Estas son las características del pequeño: · Tienen entre 3 y 18 años · Suelen ser muy inteligentes, ´” espabilados “ y manipuladores. · Egocéntricos, egoístas , intolerantes y caprichosos. · No toleran un No, siempre se les ha dicho sí. · Mandan en casa; no piden, sino que exigen y amenazan... si no me compras, si no me das, si no me dejas. · Se enfada frecuentemente y discute con los adultos a los que no suele respetar. . Es rencoroso. · Culpa a los demás de sus errores · No toleran las frustraciones puesto que nunca se han enfrentado a ella. · Tienen todo lo que quieren, sobretodo cosas, objetos, ( coches fantásticos con 3 años, móvil con diez, la última consola, etc...). Son en realidad máquinas de comprar. De esta forma su autoestima está ligada a tener y poseer “ quiero lo mismo que ese otro niño”, “ cómprame como a..” · En realidad su máxima aspiración es estudiar para ser rico. Son niños en fin, que nunca tendrán lo suficiente, cuyas exigencias son cada vez más elevadas y donde las negativas serán cada vez vividas de forma peor. Sus frases más frecuentes son: "Como yo digo que es así, es así", "lo quiero porque sí", "lo quiero ahora" y "si no me dejas...". Si no se llega a controlar a estos pequeños dictadores , se van a transformar en adultos violentos, apáticos, desorientados y desmotivados. A veces el perfil es diferente, dependiendo del tipo de padres que hemos visto. Aquellos hijos de padres superprotectores pueden ser agresivos como hemos visto, pero también pueden desarrollar una personalidad tímida, inhibida, insegura, con la autoestima baja porque nunca se ha sentido seguros sin sus padres. No han tenido que enfrentarse a frustraciones, y no saben como hacerlo cuando realmente deben empezar a vivir por sí solos.. problemas que habitualmente vemos en clínica en la etapa de la adolescencia, que es por decirlo de algún modo, la etapa en la que se puede ver el resultado del estilo educativo de los padres. Tanto unos como otros. La investigación demuestra que los chicos sin límites en la infancia pueden tener graves problemas de conducta y de aprendizaje en la escuela, tienen una adolescencia más conflictiva, y no tienen un buen futuro desde el punto de vista emocional. Sin embargo y en el fondo, estos niños demandan otro tipo de atención y a veces su comportamiento es un grito de ayuda, niños que están desconcertados, que no tienen marcos de referencia y se sienten solos y perdidos en el mundo, que llegan a creer en la interrelación entre cariño y regalos, porque eso es lo que les han enseñado. ¿Cómo se sentiría uno si va de noche por una carretera que no conoce, sin señalamiento, ni líneas pintadas en la calzada ? Los límites siempre son delimitaciones del camino, son cercos que protegen , que dan seguridad. Creo que ha quedado claro que los límites son necesarios. Sin embargo estoy segura de que no está en la mente de los padres, el educar a los niños sin ningún tipo de control. Aquellos que desgraciadamente lo hacen conscientemente suelen ser padres con trastornos patológicos que no son el objetivo de esta información. Entonces... Si realmente tratamos de educar correctamente a nuestros hijos, con una ciertas normas...¿ Que es lo que falla? . Veamos los errores más comunes cuando tratamos de imponer límites. ¿CÓMO SE DEBEN PONER LOS LÍMITES? Imponer límites no es fácil. Lo lógico es que tengamos que ir enfrentándonos a muchas discusiones y al hecho normal de que el niño se saltará muchas veces esos límites hasta que aprenda. Lo lógico es que desde pequeño, ya desde los tres años, el hecho de ir separándose de los padres , de ir evolucionando, marque el que el niño desafíe muchas normas. El período de oposición empieza con el “no” de los tres años, y la crisis más importante se presentará en la adolescencia. Es normal que el niño quiera probar, con su actitud y conducta, hasta dónde puede llegar y cuál es la reacción de los padres si se sobrepasa el límite marcado. Es, en ese momento, cuando hay que mostrarse firmes, pues si se cede, después costará mucho más retomar el respeto por las reglas. Veamos unas normas elementales.Los límites se deben poner desde pequeños. Hay que enseñarle desde pequeños. Es más fácil ceder a sus rabietas pero el niño debe saber que el no es no. Debe aprenderlo desde pequeño. Es una forma de ir educando la voluntad, el pequeño aprende lo que puede y no puede hacer, porque sus padres mantienen el límite con afecto pero con firmeza. El enfrentarse siempre a la misma situación con la misma reacción paterna hará que el niño interiorice la norma. Los límites deben ser adecuados para su edad. No podemos pretender que un niño de cuatro años recoja todos los días su cuarto, o que un adolescente vuelva a casa a las ocho, como cuando tenía 12 años. Los límites deben ir adecuándose a la etapa evolutiva del niño. Deben también ser metas realistas. No le podemos pedir a un chico de 15 años que ha suspendido todas que para la próxima debe aprobarlas todas. Es importante que valoremos lo que haya hecho, porque eso le animará a continuar. Los límites deben ser claros y precisos : Requieren una total compenetración entre los padres. Deben ser muy concretos porque así los niños lo entenderán mejor. No generales como “debes portarte mejor, tienes que ser bueno” sino “ sabes que no se enciende la tele cuando comemos” o “ recoge cuando acabes tus juguetes”. No son necesarios los discursos , son más eficaces las normas claras y sobretodo que el niño asuma lo que se le pide y porqué, sin demasiados rollos que le desvían del objetivo principal. Los límites deben hablarse, darles explicaciones, fijarlos de antemano, no dejarlos a la improvisación o al momento de rabia que tengamos, digamos que deben cumplir tres pasos: se habla, se les recuerda, hay consecuencias si no se cumplen. Pero debe hacerse desde la afectividad y el cariño. Si le obligamos a respetar ciertos principios nosotros debemos dar ejemplo, nosotros somos los modelos de identificación en los que el niño se va a fijar. No podemos castigarle por gritar o ser violento, si nosotros perdemos el control continuamente y doy puñetazos en la mesa. O decirle que no se debe mentir y decirle, “ esto no se lo decimos a tu padre”...se debe formar con hechos no con palabras. Procurar darle opciones: Eso hará que le resulte más fácil cumplir las normas. La libertad de elegir ayuda a reducir las resistencias en el niño. Por ejemplo: "Es la hora de vestirse, quieres ponerte el pantalón rojo o el azul”. Si sabemos que odia la verdura cuando es pequeño, intentar darle otra opción que no sea tampoco su comida favorita, pero que pueda elegir la que menos le desagrade. Es una forma de que el tome decisiones, y enseñarle autonomía. Darle tiempo: El debe ir aprendiendo a respetar las normas y nosotros debemos tener paciencia y saber que fallará muchas veces. Necesita un período de aprendizaje y aprenderá más rápido si valoramos cada pequeño cambio, cada intento. El elogio y el refuerzo positivo es lo que realmente cambia y modifica conductas. Ayudarle al principio a recoger los juguetes le enseñará mejor que si le damos gritos porque no ha recogido. Valorar siempre sus intentos y sus esfuerzos por mejorar. · Debemos mantenernos firmes. En cuestiones importantes es bueno aplicar el límite sin titubeos. Para ser firme se ha de creer que se hace lo correcto; de lo contrario, se transmite poca convicción al pequeño Por ejemplo si tu hijo está jugando un videojuego, necesitas antes de expresarle el límite tenerlo tú claro y que no vas a dejarte influenciar por sus ruegos o por sus lloros. Si es media hora de juego, es media hora. Lo más importante es cumplirlo. · Debemos distinguir qué límites son inamovibles. Existen normas que son básicas que no pueden ser objeto de revisión o de diálogo. El respeto por los demás, por los padres, la violencia, la mentira, no consumir drogas, etc... Existen otras que son importantes, pero que admiten revisión o admitir que los hijos opinen siempre previamente a establecer dichas normas, por ejemplo la hora de llegada a casa, la responsabilidad en el estudio, y otras más accesorias y que son más negociables, determinadas tareas en casa, ropa, corte de pelo, etc... ¿Y SI SE TRASPASAN LOS LÍMITES? COMO APLICAR CONSECUENCIAS. Es importante que los niños sepan de antemano que el incumplimiento de esta o aquella norma, trae consigo unas consecuencias. Son libres de elegir el cumplirlas o no, pero deben hacerse responsables de sus actos. Evidentemente esto se lo enseñaremos poco a poco. A un niño pequeño que no recoge la ropa y se la ha advertido, la consecuencia será que tendrá que recogerla en vez de ver los dibujos que en ese momento está viendo. El castigo no debe usarse como algo habitual. Pues perderá eficacia, y al niño no le enseñará nada. Cualquier acción (la riña, la prohibición de televisión y el azote) se verá debilitada con el abuso y no tendrá los efectos deseados cuando se necesite. · Deben ser cortos y proporcionados a la acción. Si dura mucho hay momentos en los que los niños no saben porqué se les ha castigado. Ellos deben saber que es el resultado de su acción. Si he traído una nota de la tutora diciendo que no hace los deberes, podré decirle que hoy y mañana empleará el tiempo que tenía de televisión en hacer los ejercicios y así recuperará el tiempo que perdió . Debemos también darle la oportunidad de que con el cumplimiento de la norma vuelva a tener los privilegios normales. Si esta semana haces todos los días los deberes, te dejaré ver 15 minutos más la tele, o leer, o jugar a la videoconsola o chatear con los amigos. Y nunca, nunca dejarnos llevar por nuestro estado de ánimo para fijar un castigo. Este debe estar implícito en el hecho de no cumplir la norma. · Deben ser educativos: Que tengan relación con la norma que se salte, así rectificaremos mejor la mala conducta . Has llegado quince minutos tarde, mañana vendrás quince minutos antes, y si persistes iremos aumentando el tiempo. No tiene sentido que si después de avisarle de las consecuencias deja la ropa por todo el suelo, que se le diga que no va a salir una semana. Se le puede decir que ahora debe recoger toda la ropa y también ayudarnos a nosotros en la colada. · No retrase el castigo: si se va a castigar al niño, hágalo tan pronto como sea posible después de la mala conducta. Las conductas se controlan mediante consecuencias inmediatas, así que no hay que esperar “hasta que llegue papá”. Es básico que nos vean seguros y sin dudas. · Deben ser comprendidos, debe saber porqué se queda sin tele o porqué tiene que pedir perdón si ha ofendido a alguien. Deben ser firmes: siempre las mismas consecuencias para las mismas faltas. Dar una oportunidad para la buena conducta: el efecto inmediato del castigo es enseñar al niño lo que es correcto, pero hay que darle la oportunidad de que demuestre lo que ha aprendido. Por eso es bueno darle la oportunidad de rectificar una primera vez y avisar que de continuar se aplicará la sanción.Evidentemente no es necesario que diga que los castigos nunca deben atentar contra los derechos del niño, nunca deben ser violentos, ni humillarle o ridiculizarle o exponerle a castigos degradantes y por supuesto evitar que la consecuencia de una falta del niño traiga también falta de amor, frases como “eres malo no te quiero”, aún persisten por desgracia en madres y padres. De ninguna manera “castiguemos” a nuestros hijos quitándoles el afecto o la atención. De igual forma que se pueden aplicar castigos ante faltas reiteradas es aún mucho más importante elogiar al niño cuando hace bien las cosas. Está comprobado que es mucho más efectivo que los castigos. El elogio y la recompensa puede ser física, comentarios orgullosos acerca de lo que el niño ha hecho, abrazos, besos, y también establecer unos premios materiales, o bien permisos extras, si el niño consigue reeducar una conducta. Hay que pillar al niño haciendo también algo bueno, no siempre lo malo... este es un defecto muy frecuente en los padres actuales. Permítanme darles unos pequeños consejos para facilitar la educación de sus hijos. · Confíe siempre en su hijo. Si el ve que sus padres nunca confían en el, se hará merecedor de esa desconfianza. · Los padres son antes que nada padres, después amigos. La autoridad bien llevada les ayudará a desarrollarse como personas. · Sobretodo escúchelos. No subestime sus problemas aunque a usted le parezcan tonterías. Para ellos son importantes. Tenga tiempo para ellos. Es lo que necesitan. Comprenderlos y a veces volver la vista atrás y recordar nuestra infancia, sobretodo nuestra adolescencia que será una época de conflictos, siempre beneficiará nuestras relaciones. · Deje que sean libres. Déjelos ser de la forma que quieren, quizás muy distintos a lo que usted espera... pero el ser padres es precisamente el educarlos para que vuelen solos y no nos necesiten. Esta es la tarea más generosa del mundo y ya se lo había dicho, la más difícil. No sea egoísta. · No lo olvide siempre es mejor reforzar lo bueno que hace su hijo, que estar siempre atento a lo malo. · Exprese usted sus emociones y deje que el exprese las suyas, si lo hace de una forma respetuosa le estamos enseñando a ser inteligente emocionalmente y eso le hará más feliz. · Reconozca que usted también puede equivocarse y dígaselo, eso le hará más cercano. · Pero sobre todas las cosas, demuéstrele siempre su cariño, su afecto incondicional, está demostrado que los niños que se sienten queridos son más inteligentes, mas capaces, crecen más por fuera y por dentro., el amor es siempre su mejor vitamina... Y ahora no quiero dejar de compartir algo que he leído en internet, una de esas hermosas cosas que una se encuentra en la red, de cuya paternidad nadie se ha hecho responsable pero que es un resumen de lo que yo he tratado de exponer.

jueves, 21 de febrero de 2008

TERRORES NOCTURNOS Y PESADILLAS

LOS NIÑOS CON TERRORES NOCTURNOS Las pesadillas y los terrores nocturnos son dos cosas distintas. Al contrario que las pesadillas, los terrores nocturnos no son sueños que produzcan miedo ni el resultado de la actividad del sueño. En su lugar, se cree que reflejan etapas inmaduras del sueño, en las que el niño tiene dificultad para hacer la transición del sueño profundo al sueño más superficial. Aunque el niño con terrores nocturnos no los recuerde, estos episodios nocturnos pueden ser sumamente preocupantes para los padres. Muchos niños sollozan o gritan, se agitan o corren por toda la casa con los ojos abiertos, pero sin ver y sus oídos parecen no percibir las palabras tranquilizadoras de los padres. Poco es lo que se puede hacer para ayudar al niño durante un terror nocturno. Se debe simplemente esperar a que cese y recordar que no ha sido causado por las tensiones y que no tendrá efectos traumáticos ni duraderos para el niño. Tranquilizarle Abrace al niño, cálmele y pásele una toalla refrescante por la cara. Los padres sentirán que están haciendo algo útil y esto tranquilizará al niño mientras pierde su mirada perdida y empieza a volver a la realidad, preguntándose qué pasa. Regule los horarios de sueño Para ayudar al niño a desarrollar un patrón de sueño más maduro. asegúrese de que tiene un horario regular de sueño y que descansa lo suficiente. Consulte a un profesional A pesar de que los terrores nocturnos no son en general significativos existe sin embargo la posibilidad de que sean síntomas de alteraciones neurológicas. Para verificar este extremo, al mismo tiempo que las pesadillas muy molestas, habría que comentarlo con el médico. Si los terrores se producen con mucha frecuencia, el médico puede sugerir aliviarlos con una medicación cuidadosamente controlada. LOS NIÑOS QUE TIENEN PESADILLAS Las pesadillas, al contrario que los terrores nocturnos, pueden ser aterradoras para el niño y también para los padres v son resultado de sentimientos de inseguridad, ansiedades, miedos o preocupaciones. Son reacciones de miedo comunes y normales a los sueños desagradables que se inician normalmente a los tres años de edad, teniendo su punto máximo a las edades de cuatro y seis años. Las niñas son susceptibles de padecerlas más tarde que los niños. Un 28% de los niños con edades comprendidas entre los seis y doce años, tenían pesadillas. Alrededor de los diez años, la frecuencia de estos sueños desagradables se incrementa otra vez, para remitir más tarde. Las pesadillas difieren de los terrores nocturnos en otros aspectos: mientras que el niño transpira, grita y respira agitadamente al experimentar una pesadilla puede ser despertado rápidamente y se acordará del sueño o de partes del sueño. Los sueños pueden estar inducidos por enfermedades y por el dolor, sobreexcitación, miedo v ansiedad, programas violentos de televisión o por amenazas enfermizas por parte de los padres. Aunque el niño puede no ser capaz de indicar exactamente qué le está afectando, pueden sacarse algunas claves a partir de su comportamiento conversando con él. Cualquiera que sea la causa, los niños inseguros, preocupados o con ansiedad tienen más probabilidades de tener pesadillas. Tranquilícele y déle seguridad Lo que los padres pueden hacer por un niño que sufre pesadillas es despertarle, tranquilizarle y darle seguridad, decirle que todo va bien, que no ocurre nada. Acariciarle y mecerle, pero no dar demasiada importancia a la pesadilla, puesto que de otro modo podría aprender a utilizarla como mecanismo para atraer la atención. No es importante, en este momento, comentar el contenido del sueño. Evite la excitación excesiva Los niños deben tener un periodo de calma v relajación antes de acostarse, no permitirles que vean programas de televisión violentos o de terror, no contarles historias de miedo ni permitir que realicen actividades físicas violentas. Las experiencias de muchos padres sugieren que es de gran ayuda limitar la TV. Comente problemas, miedos y acontecimientos que produzcan tensión Use la conversación v los sueños como datos de cualquier problema que esté sufriendo el niño. Háblele durante el día de sus pesadillas, e intente aliviar sus miedos e inquietudes. Sea previsor y prepare al niño con antelación para acontecimientos que sean susceptibles dc causarle tensión, tales como la vuelta a la escuela después de las vacaciones o el salir de viaje. Los miedos en los niños son muchas veces causados por la falta de información. Tome medidas para las pesadillas repetitivas Si el niño tiene el mismo sueño una y otra vez, puede estar seguro de que siente ansiedad por algo. Anímele a que hable de su sueño y lo represente despierto, pero con un final feliz. Prepare una estrategia nocturna El saberse defendidos de la pesadilla ayuda normalmente a los niños más mayores. Proporciona seguridad el dejar la luz encendida por las noches. Algunos niños pueden luchar mejor contra sus pesadillas rezando una oración determinada cada noche pidiendo protección contra los monstruos; abrazar y dormir con el peluche favorito, etc. 3) ¿COMO AFRONTAR PROBLEMAS NOCTURNOS? Permitir que el niño duerma regularmente en la habitación de los padres puede provocar problemas graves. En muchos casos, los padres lo consideran un hábito difícil de interrumpir cuando se ha iniciado. Orientaciones para devolver al niño a su cama: 1.- Si el niño va hasta la habitación de sus padres, hay que hacerle volver a su cama y meterlo en ella sin demasiadas contemplaciones. Los padres han de ser firmes. 2.- Se puede utilizar la "táctica de los apretujones", la finalidad es hacer que el niño se sienta incómodo en la cama ajena y que la suya vaya siendo más atractiva. Consiste en empujarle hacia fuera de la cama, dejándole cada vez menos espacio en la cama, apretujarle sin hacerle daño, darle una patada suave,... 3.- Utilizar recompensas por el hecho de dormir solo o los progresos hacia esa meta. Asegúrese de expresar lo orgulloso que se está de él y que es un "chico mayor". Préstele una atención especial y sea cariñoso con él durante el día. 4.- Hacer su habitación más atractiva, no significa redecorarla sino cambiar algunos aspectos y que el niño sea participe de ellos. 5.- Establecer un horario regular de sueño. 6.- Antes de dormir contarle algún cuento. Se le puede contar alguno relacionado con el problema. 7.- Se puede utilizar un contrato en el que tendrá algún premio por dormir en su habitación, se marcará en un almanaque los días que ha tenido éxito, acordando previamente el premio a final de mes, si se comienza con refuerzos continuos pasar poco a poco a refuerzos intermitentes.

REFUERZOS NEGATIVOS Y REFUERZOS POSITIVOS

Cuando aplicamos un castigo se obtendrán mejores resultados si el educado conoce el motivo por el que es castigado y se le ofrece la posibilidad de realizar una conducta alternativa.
Los psicólogos educativos y educadores utilizamos en lugar de cachetes, bofetadas, reprimendas y gritos al niño, refuerzos positivos que le indican al niño lo que debe hacer: alabanzas, abrazos, felicitaciones, reconocimiento en público.
También empleamos refuerzos negativos, que alertan al educado de lo que ni puede ni debe hacer y al mismo tiempo lo que debería dejar de hacer para evitar el castigo, para evitarse problemas.
¿Qué es un castigo positivo? El que pretende eliminar una respuesta (conducta) presentando un estímulo aversivo como puede ser la reprimenda, o el azote (que defienden algunos).
El castigo positivo se aplica de inmediato, nada más aparecer la conducta que pretendemos corregir. Se aplica sobre todo para corregir tres tipos de conductas: las agresivas (el niño está agrediendo a alguien), las autolesivas (se muerde o arranca el pelo) y otros comportamientos peligrosos contra las personas y las cosas.Es verdad que al aplicar este tipo de castigos la conducta castigada desaparece súbitamente, pero se presentan los siguientes problemas:
a) Sólo sirve para el momento y el niño no se convence de que debe cambiar y sólo piensa en que le han castigado. No tiene verdadero propósito y convicción de enmendarse.
b) Se utiliza este tipo de castigos cuando ya se han intentado sin éxito otras estrategias para cambiar conductas y no han funcionado. El educador pierde los nervios y el control y el niño sigue sin convencerse de las ventajas de cambiar de conducta.
¿Qué es un castigo negativo? El que se emplea para eliminar los estímulos y reforzadores de respuestas y conductas no deseadas, como puede ser retirar la atención al niño e ignorarle salvo cuando se porta bien o dejarle solo en su habitación, para que reflexione y al propio tiempo no reciba estímulos ni refuerzos de la conducta que se pretende eliminar.Este tipo de castigos se utiliza para conductas menos graves como alborotar en clase o moverse de acá para allá y no hacer caso. Se le aísla unos minutos en un lugar para que se serene y tranquilice y piense que debe corregirse, apartado del ambiente que le incita a crear problemas o alborotar.
Otro castigo negativo es la sobrecorrección que consiste en impedir que el niño realice la conducta indeseada, guiándole y forzándole a realizar la conducta alternativa deseada.Muy importante:Cuando aplicamos un castigo se obtendrán mejores resultados si el educado conoce el motivo por el que es castigado y al mismo tiempo se le ofrece la posibilidad de realizar otra conducta alternativa por la que recibirá alabanzas y refuerzos positivos, es decir, le resultará más rentable la buena conducta.
PAUTAS CONCRETAS A SEGUIR:
1. Dar ánimos y aliento para que se repita la conducta deseada, cooperando con el niño, ayudándole y haciéndole sugerencias.
2. Enseñarle a lograr el objetivo de manera gradual, poco a poco y sin desanimarse por no lograr las cosas al primer intento.
3. Alabar y reforzar cada nuevo intento, esfuerzo y buena voluntad del educando.
4. Presentarle referentes, modelos y ejemplos de otros niños que también presentaban problemas semejantes y lograron superarlos.
5. Entrenarle en habilidades y destrezas y practicar con el niño para que aprenda y disfrute las buenas acciones.
6.Darle señales e indicadores de que se está portando bien o de que está mejorando.
7. Formarle en la complacencia del deber cumplido para que la verdadera recompensa sea la propia labor bien hecha más que las felicitaciones y premios.
8. Extinguir las conductas no deseadas evitando que el niño reciba cualquier recompensa después de llevar a cabo una conducta inadecuada.
9. Siempre recordarle que puede y es valioso e inteligente y tenemos plena confianza en él.
10. De vez en cuando presentarle una lista de objetivos logrados, de dificultades superadas y de habilidades adquiridas, con el fin de que observe que estamos orgullosos de su conducta y tenemos plena confianza en su buena voluntad, aptitudes y actitudes.

miércoles, 20 de febrero de 2008

NO QUIERO DORMIR!!!

Es muy común oír a las mamás quejarse porque los niños no se quieren dormir, ¡y más en época de vacaciones!, en que la disciplina se relaja un poco y los niños se escudan para hacer su voluntad. El sueño es muy importante para la salud de los niños, bien decían nuestras abuelitas que el sueño es alimento. Por la salud de los niños, debemos inculcarles buenos hábitos de descanso. Pero, ¿cómo hacer que un niño desde bebé vaya adquiriendo buenos hábitos de descanso? Respetar su hora de dormir. Muchas veces los padres por comodidad se llevan a los niños en las noches a visitar amigos y no se pueden dormir por la novedad del lugar. Se les altera el sueño y no se pueden acostumbrar a dormir tranquilamente. Hacerles agradable la cuna o cama. Que esté siempre limpia y libre de muchos juguetes. Nunca regañarlos y castigarlos en la cama, porque empiezan a rechazar el irse a acostar. Nunca atemorizarlos con brujas: 'Si no te duermes viene el cuco'. Los niños creen ciegamente en sus padres, por lo que no se les debe engañar con estas ideas ni infundirles miedos que los hagan inseguros y que les impidan ir a la cama con gusto. Hacer una rutina para definir la hora de dormir. Cada noche, al ser hora de dormir, acostumbrar al niño a despedirse de sus papás, ir al baño, lavarse los dientes y dar gracias a Dios por ese día. Quizás si el niño es muy inquieto, entonces leerle un cuento o contarle una historia, le servirá para relajarlo un poco, pero sin dejar que el niño vuelva a ir a jugar porque no tiene suficiente sueño, pues nunca volverá a tener suficiente sueño para irse a acostar temprano. ¿Qué hacer cuando llora? ¿Qué hacer cuando un niño llora por no querer acostarse a dormir? Hay varias tácticas o extremos en que los papás caen para resolver el problema. Acostar al niño y dejarlo en su cama sin importar cuánto llore. Se piensa que la primera noche llorará mucho, la segunda menos y en pocos días dejará de llorar, pero no siempre es así. Desde el punto de vista del niño, él llora porque no quiere que te vayas y al hacerlo le estás transmitiendo el mensaje de que no te importó si está triste o si necesita algo y esto no le va a ayudar a que le guste la hora de dormir, al contrario. Otros padres acuestan al niño en la cama y a la menor queja lo bajan a jugar. A estos niños se les da el mensaje de que tienen razón de tener miedo de quedarse en la cama solos. Estos niños no se pueden acostumbrar a una hora de dormir porque saben que con llorar hacen su día más largo. El punto medio es siempre el mejor. Ni dejar al niño solo y desesperado, ni consentirlo todo lo que quiera. El mensaje que hay que inculcarles es: 'No hay necesidad de llorar, no estás solo, siempre que me necesites voy a venir, pero es el final de día y es hora de dormir'. Es importante marcar que es hora de dormir como una rutina, acostarlos, darles un beso, dejarlos tranquilos y dejarlos dormir solos. Si vuelven a llorar hay que ir, volver a darles un beso de buenas noches, decirles que se acabó el día y dejarlos. Es importante no bajar al niño de la cama y hacerle saber que estás al pendiente, que puede dormir tranquilo, que no va a estar solo. Quizás las primeras noches te llame mucho, haciendo las visitas rápidas y reforzando la idea de que es hora de dormir y que ya no es hora de jugar, pronto se acostumbrará a relajarse solito en su cama y dormirse llegada la hora. El niño aprenderá a tener un hábito sano de descanso y cuando sea grande y tenga muchas tensiones por su trabajo, sabrá dejar a un lado todo y concentrarse en dormir porque es la hora de hacerlo y es salud para su vida. Es muy importante enseñar a los niños a relajarse, incluso nos podemos ayudar de las respiraciones para hacerlo. El respirar hondo y pensar solamente en cómo entra el aire limpio a su cuerpo y cómo sale, los puede ayudar a tranquilizarse y dormir más rápido. Cuando se ha establecido una hora de dormir y los niños han aprendido que ya no es hora de jugar, ni hay opciones de hacer otras cosas, es la oportunidad de acercarte más al niño y tranquilamente hablar de su día. Ayudarlos a hacer un balance de lo que estuvo bien y mal hecho durante el día. 'Me encantó cómo ayudaste a tu hermanita a recoger los juguetes, siempre debemos ayudar a los demás en lo que podamos'. O si hubo algún detalle negativo, no regañarlos a esa hora, pero a través de un cuento podríamos hacerles ver que aquello que hicieron está incorrecto. Aprovechar esos momentos de paz para hacerles sentir nuestro amor y que son importantes para su mamá y su papá. Acariciarlos, darles un beso, un abrazo, el contacto físico es una muestra de amor que los niños necesitan. ¡Es tan importante el sentirse amado! Un psiquiatra americano, William Goldfarb, realizó un estudio con niños que vivían en instituciones donde tenían poca interacción social y estimulación intelectual y niños que vivían en hogares con más atención y afecto. Encontró que los niños que vivían en instituciones tenían problemas para controlar sus impulsos y mostraban una incomprensible crueldad con otros niños y animales. El sentirse amado convierte a los niños en personas más seguras, con mejores relaciones con los demás, más obedientes y con mejores sentimientos. En estos tiempos en que corremos todo el día con tantas actividades, es muy importante detenerse a la hora de dormir y decirles a nuestros hijos cuánto los queremos.

Crecer feliz, educando con cariño: PEGAR Y MORDER: 14 maneras de parar

Pegar y Morder: 14 maneras de parar Las manos y los dientes en crecimiento, frecuentemente se meten en problemas. Los niños pequeños, muerden y pegan sin pensar en las consecuencias. Los mordiscos y golpes, hacen daño y deben ser corregidos, antes de que hagan daño a los cuerpos o las relaciones. 1-. ENTIENDA PORQUE LOS NIÑOS MUERDEN Y PEGAN: no se lo tome como algo personal. Los bebés muerden las manos (los pezones) que les alimentan. Todo lo que los bebés hacen se resuelve alrededor de su boca o sus manos. Las manos y los dientes son las primeras herramientas sociales, y aprenden a usarlas con las respuestas que obtienen. Tan pronto como los dientes erupcionan y las manos le agitan, los bebés experimentan y usan estos instrumentos sobre diferentes objetos, para ver que se siente. ¿y que hay más disponible y más familiar que la piel de los padres?. El trabajo de los bebés es usar estas herramientas: el de usted, enseñarle como. Estos pequeños mordiscos y golpes iniciales, tan malos como parecen, son comunicación llena de juego, no comportamiento irrespetuoso ni agresivo.Los golpes y mordiscos agresivos son más comunes entre los 18 meses y los dos años y medio, cuando el niño carece de lenguaje verbal para comunicar sus necesidades. En su lugar se comunica mediante acciones. El morder, habitualmente para a medida que crecen las habilidades de comunicación, pero el pegar no. 2-.ENTENDER PORQUE LOS NIÑOS PEQUEÑOS (TODDLER) PEGAN Y MUERDEN: lo que en un niño pequeño son simplemente gestos socialmente incorrectos, pueden, si no son revisados, convertirse en comportamientos agresivos en los niños. Por esto es por lo que usted quiere eliminar esto del repertorio del bebé, antes de que forme parte del niño en crecimiento. Los niños se vuelven agresivos para liberar enfados, para controlar la situación, para demostrar poder o para proteger sus pertenencias en una batalla por juguetes. Algunos llegan al mal comportamiento en un intento desesperado para llegar a unos padres distantes.La mayor parte de los comportamientos agresivos en la primera infancia, disminuyen en el momento en que el niño puede comunicarse con palabras en lugar de con acciones. 3-.CONSIDERE LA FUENTE: ¿Qué dispara un comportamiento agresivo? mantenga un diario (al menos notas mentales) que identifiquen la correlación entre los actos del niño y las circunstancias que lo favorecen. Por ejemplo: Kate mordió a Suzie durante le grupo de juego. S. tenía su pelota favorita. Era casi la hora de la siesta, había montones de niños en un sitio pequeño y S. es muy mandona. 4-. EL NIÑO QUE HACE DAÑO A UNO DE LOS PADRES: la bofetada en la cara es un comportamiento socialmente incorrecto con el que muchos niños experimentan. Reconduzca al “abofeteador” a un comportamiento socialmente aceptable: “choca esos cinco”. Igualmente reconduzca el morder: “no se muerde, hace daño a mamá”, poniendo cara infeliz y después reconduzca: “abraza a mamá, eso si me gusta”, poniendo cara feliz.Una vez que el abofetear se ha convertido en una expresión de frustración (por ejemplo: se enfada porque no le dan un dulce) use las consecuencias naturales: firme pero calmadamente dígale: no se pega y póselo en el suelo. Seguirá estando enfadado por el dulce: verbalícelo para él, diga en palabras porque está enfadado. No permita que su hijo lo utilice como punching-ball. Dele el mensaje de que no permitirá que le haga daño. Si usted no permite que su hijo le haga daño cuando es muy joven, será menos probable que se lo haga a otros en el futuro, y que permita que se lo hagan a el: le está enseñando a decir no a las agresiones, por ejemplo levantando una mano para evitar el golpe, pero no devolverlo. 5-..TODDLERS QUE PEGAN A BEBÉS: si su hijo de un año y medio golpea con su martillo de juguete en la cabeza de bebés, retire todos los objetos con que pueda pegar Enséñele y dígale que no pegue y ofrézcale un gesto alternativo: se cariñoso, acaricia al bebé, mientras guía su mano. 6-. NO DEVUELVA EL MORDISCO: “el niño necesita aprender que los mordiscos duelen” puede usted razonar. Si pero no hay manera de que su hijo decida no morder si usted muerde. Utilice una método alternativo de “diente por diente”: lleve a su hijo aparte y dígale: “déjame que te enseñe el daño que hacen los dientes” y presione su antebrazo contra sus dientes superiores como si estuviera mordiéndose a si mismo, no de forma vengativa, sino como un padre mostrando algo: ¿ves como morder duele?. De esta lección inmediatamente después del mordisco. Usted quiere que su hijo aprenda a ser sensible con los sentimientos de los demás: una lección temprana es la empatía. 7-. MODELOS DE PEGAR: K. golpea a T. La madre de K. (avergonzada e irritada) rápidamente se acerca y golpea a K. en le brazo diciendo: -“no se pega”- ¿está usted tan confundido como K. ahora?. Ha sido usted empujado por vergüenza o enfado a hacer algo ilógico? Todos lo hemos sido. Así que planifique su mente con tiempo: que hará cuando su hijo pegue a alguien. 8-. NIÑOS QUE DAÑAN A OTROS NIÑOS: usted se da cuenta de que un niño pega a otro para obtener un juguete. Muéstrele y dígale una forma alternativa de obtener el juguete: “no pegamos a otras personas. Si quieres el juguete, esperas a que tu amigo termine o pregúntale a mamá y yo pondré un tiempo para compartir. Cuando yo quiero algo de ti no te pego para conseguirlo, te lo pido amablemente”. Si el que pega no colabora, pídale a la víctima que diga que no jugará con el hasta que pida perdón y deje de pegar. También impresione: como te sentirías si te pegara a ti. 9-. TIEMPO FUERA PARA EL AGRESOR: “morder hace daño, y es malo hacer daño, te vas a sentar a mi lado”. Habitualmente, los niños de dos años pueden establecer la conexión entre ser agresivos y las consecuencias. Anime a su hijo a decir “lo siento”. Si ya no está enfadado, puede que quiera dar un beso o un abrazo. 10-.SEA UN MODELO DE NO-AGRESIÓN: un niño que convive con la agresión será agresivo. ¿Cómo comunica usted el disgusto, maneja conflictos, y obtiene sus objetivos? La agresión es contagiosa. Los niños pequeños también copian los comportamientos agresivos de hermanos mayores. haga de esto una experiencia educativa: hábleles a los mayores de que son un ejemplo Por su propio beneficio y el de los pequeños, dígales que “limpien” su acto.Arrancar cosas de las manos es un comportamiento agresivo propio de niños pequeños y preescolares (tenga cuidado de no ejemplificar esto sin intención quitándoles las cosa de las manos). De forma tranquila explíquele porque no puede tener la cosa que a agarrado y pídale que devuelva el objeto al niño o que se lo de a usted, Puede que tenga que ofrecer un “repuesto”. Si su hijo está a punto de dañar algo valioso o a si mismo use una vos firme y muestre con el lenguaje corporal que espera que lo deje inmediatamente.Evite situaciones que sacan lo peor de los niños. En un cumpleaños, a una madre se le ocurrió organizar una búsqueda para los chicos, por toda la casa, además ofreció un premio para el ganador: la casa y los niños terminaron arruinados. 11-. SUAVICE: observe al niño pequeño que habitualmente tira juguetes y muñecos y los golpea. Mientras algo de este comportamiento es normal, si es frecuente puede ser una bandera roja de tensión y enfado. El niño corre riesgo de tratar a los humanos de esa manera. Además de investigar en la raíz del problema, favorezca un juego más tranquilo: “abraza al osito”, “quiere ala muñeca”. 12-. RECOMPENSE: los niños de más de tres años responden bien a la recompensa. Cree un panel de puntos por no pegar: “cada día que no pegue se dibuja una cara sonriente, y cuando tenga tres, iremos a comer juntos”.14-. PROGRAME AUTOCONTROL: algunos niños impulsivos pueden pegar antes de pensar. Para niños de más de tres años, ayúdele a controlar esos impulsos, sugiriendo comportamientos substitutivos a los que el chico pueda recurrir cuando a su mente viene la palabra “pegar”: “tan pronto como sientas que quieres pegar, golpea una almohada o da una vuelta al patio”. Usted puede ser modelo de autocontrol: la próxima vez que piense en pegar a su hijo, hágaselo saber. sujete su propia mano y diga “no mano, no debes pegar” 13-. APLIQUE DOBLE DISCIPLINA: cuando el pegar se vuelve irrespetuoso y mina su autoridad, merece una doble dosis de corrección: de mamá y de papá. T. de cuatro años se enfadó y pegó a su madre. Inmediatamente ella lo sentó, le miró fijamente a los ojos e imprimió en el que bajo ninguna circunstancia debía pegar a sus padres, que ese comportamiento es intolerable y sería firmemente corregido, y le envió a su habitación. Después de este tiempo de exclusión, hablaron sobre su enfado. Más tarde compartió el hecho con su marido que habló con T. Reforzó la seriedad de la cuestión y le dijo que no le permitiría pegar a la mujer que el quería.. Este padre sabio, obtuvo más recorrido de su disciplina, haciendo saber sus sentimientos hacia su esposa. 14-. SUPERVISE: ni es bueno ni seguro dejar jugar sin supervisión a un niño agresivo con víctimas potenciales, sin padres a la vista. Si su hijo es agresivo, comparta su preocupación con los otros padres y profesores, y busque su colaboración para temperar el comportamiento agresivo de su hijo. No dude en comentar la situación, sin duda ellos también habrán pasado etapas de agresividad. De otra forma las agresiones pueden destruir una amistad.Los profesores y cuidadores también deben estar vigilantes, para que la actitud no afecte a todo el grupo. En el establecimiento de un grupo los niños aprenden lo que es socialmente aceptable: si el foco está en el niño que muerde, o si perciben que morder es un comportamiento aceptable, pueden coger esta etiqueta y hacerlo parte de su repertorio. Mientras el comportamiento de un agresor debe ser atendido inmediatamente, no de la idea de que esta es la única manera de obtener atención. Asegúrese de encontrar la manera de premiar a los niños por su buen comportamiento. Extraído de la web del Dr. Sears http://www.askdrsears.com/

martes, 19 de febrero de 2008

¿Sabemos Educar?

¿EL CHUPETE ES BUENO O MALO? La palabra chupete en inglés quiere decir Pacifier o sea pacificador, lo que tranquiliza y calma. Y es justamente con ese propósito que la mayoría de los padres empieza a introducir el chupete al cotidiano de los bebés. Lo que no podemos ignorar es que todo proceso artificial que introduzcamos para modificar el comportamiento de los niños tiene ventajas y desventajas, siendo necesario conocerlas antes de tomar la decisión de utilizarlo.En general, la necesidad de succionar del bebé es más fuerte durante los primeros meses de vida. Poner cosas en la boca es la manera que él tiene de aprender y descubrir su mundo. Con o sin el chupete, el bebé descubrirá rápidamente que sus propios dedos y manos son buenos para chupar. Pero según algunos estudios médicos, tanto los chupetes como los dedos y pulgares pueden causar molestias dentales. ¿Porqué los padres introducen el uso del chupete?"Existen varios motivos. Primero, para regular el horario de los niños. Durante las primeras semanas los niños alimentados al pecho no tienen horario y comen con mas frecuencia o duermen mucho, y lloran más en la noche que en el día. Según Dr. Elías Jiménez (de diagnostico.com) no es recomendable el uso del chupete en bebés menores de un mes, porque el riesgo de aspiración de vómito es mayor en un niño pequeño con chupete que sin el.La segunda razón es para disminuir el cólico. El cólico tiene mucha relación con la producción de gas en el intestino, y el chupete mas bien puede favorecer que el niño trague más gas, por lo que está demostrado que los niños con cólico no mejoran con el uso del chupete.El tercer motivo es para evitar que el niño tenga el habito de chuparse los dedos, lo que apenas es un paliativo porque cuando queramos quitarles el chupete, los niños empezarán a usar el dedo.Las recomendaciones del chupete son muy pocas y los problemas potenciales muchos. En el caso de usarlo lo recomendable es que sea después del mes de edad, suspendiéndolo antes de los 10 meses, y siempre usarlo por periodos muy cortos de tiempo, antes de la hora de comer, y obedeciendo a una estricta limpieza.En todo caso, en lugar del chupete se puede tranquilizar al bebé con otras cositas como cantar, y frotar o masajear su cuerpecito